LA HABANA, Cuba.- Dos libros retratan de cuerpo entero al General Raúl Castro, gobernante de Cuba. El aprobado por él es el de su amigo soviético Nicolai S. Leonov, general retirado de la KGB.
El otro libro, escrito por un viejo amigo suyo, Ion Mihai Pacepa, el agente de mayor rango rumano que desertó a Estados Unidos en 1978, por supuesto que no llegó a la pasada Feria del Libro de La Habana, ni entrará a Cuba por ahora.
Aunque Raúl no ha sido fanático a entrevistas con periodistas famosos, contar su vida para libros y reportajes, ni aficionado a las cámaras fotográficas como turista en viajes al extranjero y mucho menos en brindis con amigos o amigas, de las cenizas del viejo Kremlin alguien levantó la mano para salvarlo de aquel terremoto que sufrieron los comunistas del mundo, cuando apareció el libro Horizontes rojos, de Ion Mihai Pacepa, donde por supuesto aparece Raúl.
Entonces fue que Nicolai S. Leonov entró en escena y comenzó una biografía, donde su protagonista es un hombre muy serio y discreto, un jefe militar austero, un héroe más allá de Gómez y Maceo, alejado de las candilejas y los aplausos y cuyo destino ha sido permanecer entre bambalinas como sombra beatificadora de su hermano Fidel, desde que ambos decidieron alcanzar el cielo de la fama y el poder.
Como dato curioso, digamos que Leonov sólo utilizó unas ochenta fotos de Raúl, pocas para tantos años de poder y que no dejó de incluir una donde a los 7 años, Raúl se ve en brazos de su padrino de bautizo y expresidente de Cuba, Fulgencio Batista y Zaldívar.
Pero el general de la policía secreta de Rumanía cuenta mucho más que el ruso y no deja de recordar los cientos de fusilamientos que ordenó Raúl contra policías y oficiales de Batista los primeros días de enero de 1959. También nos asegura que Raúl ??no vira hacia un gobierno colectivo y democrático, porque fue él quien convirtió a Cuba en una cárcel, al haber coordinado siempre los Servicios de Inteligencia, DGI?.
Ambos biógrafos, Leonov y Pacepa, compartieron con Raúl horas de trabajo, pesca y buceo en su yate, competiciones de tiro, largas conversaciones entre tragos, etc., mientras el General Sergio del Valle, ministro del Interior, solía llamarlo ?Raúl el Terrible?, en alusión al primer ruso que se autoproclamó zar.
¿Quería decir el fallecido ministro que Raúl se sentía zar?
Es posible. Pacepa supo siempre que ??mientras Fidel ofrecía discursos de siete horas, él dirigía la economía cubana, la política internacional, el comercio con el exterior, el sistema judicial, las cárceles, la administración de los hoteles para turistas y las playas?. Y por qué no, también sabía de los opositores, disidentes y esa gran parte del pueblo desilusionado que teme.
O sea, que si Fidel era la cabeza visible, Raúl era el hombre que movía los hilos.
En otra parte del libro, Pacepa narra una historia turbulenta y desconocida prácticamente hasta el día de hoy: la participación a escondidas que tuvo Nikita Jruschov y el general Sakharovsy en la Revolución Cubana en los meses de 1959, ya que, según Pacepa, ??no tenían confianza en Fidel, considerado por el Kremlin como ?un peligroso aventurero??.
?Fue por aquellos días -expuso Pacepa- que Nicolai S. Leonov recibe la orden de convertirse en el consejero de Raúl?.
Más de medio siglo después, parece ser que aquel viejo consejero termina su misión con una biografía apologética, construida más por disciplina militar que por vocación intelectual y recibe, como pago simbólico, ?El Gran Premio como autor del libro más buscado y comprado en la Feria del Libro?, otorgado por su agradecido amigo cubano.
Es cierto que el libro fue muy buscado, mientras que el otro, el de Pacepa, está prohibido en Cuba. Pero? esperemos un poco, que ya lo tendremos, mi General.
Publicado en:https://www.cubanet.org/destacados/raul-castro-de-cuerpo-entero/
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