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Una nueva mezquita en La Habana, ¿es una buena idea?

Una nueva mezquita en La Habana, ¿es una buena idea?


Por William McGee*

HAVANA TIMES – Se dice que la ciudad de La Habana será la sede de una de las mezquitas más grandes de América Latina, que acogerá a unos 10 mil musulmanes aproximadamente en Cuba, con la financiación proporcionada, supuestamente, por el Reino de Arabia Saudita.

En una época de ataques terroristas islámicos que ocurren en todo el mundo casi de manera diaria, y debido a la propensión que tienen las mezquitas financiadas por Arabia Saudita a criar terroristas y fomentar el odio y la intolerancia, ¿será, en realidad, una sabia idea este gesto bien intencionado hacia los musulmanes cubanos, quienes durante mucho tiempo han solicitado un lugar de adoración?

Incluso el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel, cuyo país, en 2015, acogió con gran satisfacción a inmigrantes extranjeros sunitas, ha advertido que Arabia Saudita está financiando el extremismo islámico más allá de sus fronteras. Desde la controvertida decisión de la Canciller Merkel de abrir las fronteras de Alemania, la nación europea ha visto a partir de entonces un aumento en los ataques islamistas.

Solamente en la capital de mi país natal, el Reino Unido, desde el cambio del milenio ha construido más de 400 nuevas mezquitas, una gran parte de estas pertenecientes a los movimientos fundamentalistas salafistas o deobandi.  En cuatro años nuestros servicios de seguridad han impedido 13 ataques terroristas potenciales en el país.  Desde el año 2014, como promedio, los investigadores en el Reino Unido han estado haciendo arrestos relacionados con el terrorismo a una tasa de uno por día.

Aparte de la real amenaza del terrorismo, las mezquitas financiadas por Arabia Saudita han sido conocidas desde hace mucho tiempo por predicar una versión radical del Islam, promoviendo la subyugación y la violencia contra las mujeres, condenando los valores liberales y los sistemas de gobierno no islámicos y predicando la intolerancia hacia las actividades disfrutadas por la gran mayoría de la población cubana, como son el consumo de alcohol y las relaciones antes del matrimonio.

La ubicación de la mezquita es del mismo modo simbólica. La Habana Vieja ha cambiado muy poco desde los días en que la flota española del tesoro se encontrara  allí antes de realizar el arduo viaje de regreso al entonces maestro colonial. La Habana Vieja es un tesoro en sí misma, de grandes y hermosamente restaurados edificios coloniales, que con razón ganó el reconocimiento de la Unesco de Patrimonio de la Humanidad. Turistas de todas partes del mundo se reúnen allí para  maravillarse con el encanto único de esta municipalidad, que bien puede estar ahora bajo amenaza.

Una mezquita provisional ya se había abierto en la Habana Vieja en el año 2015, alterando un edificio histórico al adicionar una incongruente torre. Con muchas de las encantadoras, pero desmoronadas edificaciones de La Habana con urgente necesidad de restauración, tal vez la inversión podría ser mejor redireccionada. Esto seguramente sería de más utilidad para la población cubana que la construcción de una megamezquita.

*Un lector de Havana Times


Publicado en:http://www.havanatimes.org/sp/?p=122902

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