Poco antes de la celebración del "Día del Campesino Cubano", el 17 de mayo, fueron despojados de las tierras que habían recibido del Estado en usufructo varios ganaderos de la zona rural La Guillermo, perteneciente al municipio San Germán, Holguín.
Algunos de ellos habían comenzado gestiones para pedir una prórroga sobre el período establecido inicialmente por el Gobierno. Aseguran que, pese a la severa sequía que afecta al país, sus vacas producían leche, que entregaban a entidades estatales.
"Yo solicité una caballería de tierra en usufructo para la cría de ganado vacuno en el año 2011 por un término de seis años. El plazo se cumplía ahora, en 2017, pero desde 2016 venía haciendo gestiones para una prorroga que no me concedieron. Al final, me quitaron las tierras", se queja Damián Quiala, de 60 años de edad.
"No solamente nos quitaron las tierras, también nos bloquearon poniendo guardias en las salidas por donde pasaba el ganado para ir a pastar", apunta su esposa, Gabriela. "Dicen que van a sembrar las tierras de caña de azúcar, algo que sabemos no va a funcionar porque los terrenos no se adaptan a ese cultivo".
"No quedó más remedio que vender las 33 vacas y los siete terneros que teníamos", lamenta la mujer. "No era la solución más adecuada, pero tampoco podíamos dejar morir a esos pobres animales que no tienen culpa de las decisiones de los jefes".
"Hay cosas que me molestan: no tuvieron en cuenta la intensa sequía que veníamos enfrentando y que, así y todo, jamás dejamos de entregar entre 15.000 y hasta 16.000 litros de leche al año", señala.
"Con el dinerito que hicimos de la venta del ganado que era nuestro patrimonio, nos compramos una casa en el reparto La Torre, en San German, además de un coche y un caballo para 'cochear' (transportar personas). También hicimos una corraleta para evitar el robo del animal. No era lo que queríamos pero no teníamos otra salida".
El hijo de Gabriela, de 28 años, considera que lo que le hicieron a su padrastro "es una injusticia".
"Veremos cómo enfrentaremos la nueva vida", en el pueblo, dice. "Yo nací en el campo y solo conozco de labores agrícolas".
"Las cooperativas no tienen fuerza de trabajo para atender las áreas de caña que tienen y están enyerbadas. Así terminarán también las que nos quitaron", avisa.
Hace alrededor de diez años, una comisión de responsables del sector azucarero dictaminó que los terrenos no eran aptos para la siembra de caña; por eso fueron otorgados a los campesinos en usufructo por la Ley 300, para la cría de ganado vacuno.
"A mí me pasó lo mismo que a Damián Quiala", explica Rodolfo Teruel Batista, alias Pirí. "Solo tengo 15 vacas y las estoy pastoreando en las orillas de los canales, pero ya me dijeron que no lo puedo seguir haciendo".
"Ya las vendí, pero aún las tengo hasta que el campesino que me las compró logre crear las condiciones para llevárselas. Están bajando de peso y temo que mueran de hambre", agrega.
"Yo me quedare aquí para ver si es verdad que logran sembrar caña en un lugar tan pantanoso como este. Por eso fue que las dieron para ganado", recuerda.
A Alexis Pérez Almaguer "todavía" no le han quitado las tierras.
"Pero sufrí algo peor", dice. "Vino una brigada particular y le dio candela a mis terrenos sin avisar, por orden del administrador de la cooperativa Camilo Cienfuegos".
"Tuve que correr para que no se quemaran los alambres y postes de madera. Eso nos costó muy caro, nos quedamos sin alimento para las 50 vacas que tenemos", lamenta.
"Hace tres meses que no entregamos un litro de leche al combinado lácteo. Creo que me pasará lo mismo que a Yamir, Amaury y Mirtica. Los tres tuvieron que irse; solo quedaron los techos de las casas de guano donde vivían".
Publicado en:http://www.diariodecuba.com/cuba/1498220911_32070.html
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