¿Puede generar confianza un sistema basado en mentiras y medias verdades? No lo creo. Es sabido que el régimen cubano siempre ha mentido en sus estadísticas económicas y sociales, con la venia de las ?autoridades?. No es nuevo.
Esto inició, según recuerda un artículo del portal Diario de Cuba, desde los inicios de la revolución, en la década de los 60, cuando el ministro presidente del Banco Nacional de Cuba, el Che Guevara, montó en cólera al enterarse de que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 1959 no había llegado al 1% y obligó a sus economistas a buscar otros métodos para calcular el PIB y aumentarlo para dar una buena imagen de la revolución.
Actualmente, de todas las cifras ofrecidas por la Oficina Nacional de Estadística e Información de la dictadura, lo más falso es quizás la tasa de desempleo, al asegurar que en 2016 fue de 2,4%.
Cae por su propio peso, cuando al ser elegida Cuba como miembro del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el período 2017-2020, la misma ONEI se vio obligada a informar a la OIT que de siete millones de personas en edad laboral que hay en Cuba, 4,9 millones trabajan y los otros 2,1 millones no tienen empleo.
PRESAGIO: ?A quienes hoy se les prohíbe ser prósperos empresarios privados, técnicos o empleados bien remunerados, serán quienes, con el concurso financiero de la banca internacional y nacional, e inversionistas extranjeros y cubanoamericanos, reconstruirán la economía cubana, que antes de la pesadilla castrista era una de las más pujantes del continente. Edificarán el país moderno y democrático que todos anhelamos?.
Lo que en realidad deja ver es que en Cuba, hay una tasa real de desocupación de un 30%, una de las más altas del mundo y la segunda más elevada de las Américas, detrás de Haití. Esto no es admitido ante los cubanos, por el contrario enfocan sus esfuerzos en hacer ver que en Cuba no hay desempleo por tratarse de un país ?socialista marxista-leninista? y el desempleo es un asunto propio del ?decadente? sistema capitalista.
Pero la verdad es otra. En Cuba hay más de dos millones de personas en edad laboral que no tienen empleo y se dedican a “inventar” para sobrevivir. Lo peor es que en su inmensa mayoría son jóvenes. Conforman la estampa viva del “hombre nuevo” castro-guevarista. No hay en las Américas desperdicio mayor del más valioso capital que posee una nación.
?Es un axioma universalmente reconocido que el principal recurso económico-social que tiene un país es el capital humano, la capacidad creadora de su gente. Así ha sido desde que surgió el homo sapiens, excepto en los regímenes comunistas del siglo XX y lo que va del XXI, en los que la propiedad privada para producir bienes y servicios en grande es una herejía castigada por la ley? comenta el artículo.
?Es ese el caso de Cuba. El Estado castrista fue capaz de mantener niveles de empleo más o menos aceptables mientras contó con los cuantiosos subsidios de Moscú. Pero todo era artificial. En cada centro de trabajo sobraban trabajadores, las plantillas estaban infladas casi hasta el infinito. Siempre cabía uno más, aunque no hiciese falta, si era amigo de alguien allí empleado.
Cuando desapareció la Unión Soviética, los subsidios venezolanos resultaron insuficientes para mantener semejante nivel de improductividad, con más de 1,5 millones de empleados estatales que hacían muy poco, o casi nada. Y se hizo necesaria la “actualización del modelo económico socialista”, que aunque sigue siendo estatista y estalinista el mundo entero llama “las reformas de Raúl Castro”.
Como si estuviera en la Luna y no con los pies en la tierra, una de las primeras medidas anunciadas por el propio dictador, como parte de esa “actualización” citada, fue el despido gradual de esos 1,5 millones de trabajadores sobrantes en las plantillas del sector estatal, pero sin liberar las fuerzas productivas de la nación para que un creciente sector privado pudiese asimilar a esa enorme masa de trabajadores cesanteados.
Continuar leyendo en Diario de Cuba
¿QUE OPINAS? NO OLVIDES DEJAR TU COMENTARIO Y REACCIONES
desempleo
Periodista venezolana. ¿La mejor arma? Humanidad. Pasión se escribe con P de periodismo
No hay comentarios:
Publicar un comentario