En el reparto Julio Maceo, en San Luis, Santiago de Cuba, los vecinos no soportan ya el tener que vivir ?entre las heces fecales que corren por las calles y el mal olor?. Los vecinos temen que se contagien de enfermedades los lugareños.
?Lo que están esperando (las autoridades) para hacer algo es que ocurra un brote infeccioso. Estamos preocupados por los niños y la salud de todos los que viven en nuestra comunidad?, aseguró un grupo de vecinos que no soporta la situación por la que están atravesando.
Los afectados explicaron a Diario de Cuba que las aguas negras de la comunidad se están desbordando por un desperfecto en el registro que debe colectarlas, este al parecer está tupido y dañado. ?Hace un tiempo lo arreglaron, o al menos eso dijeron. Tuvimos que partir la tubería del reparto y esas aguas caen ahora directamente al río? agregan los vecinos del barrio, por temor a represalias se mantuvieron en anonimato.
Las autoridades han recibido, por parte de los vecinos, cualquier tipo de comunicado para informar del problema pero ?no hacen nada? por responderles. ?Hemos llevado esto a todas las instancias y lo hemos planteado en todas las Asambleas de Rendición de cuenta. Nos sentimos engañados?.
El pastor local contó que el registro está en el medio de una calle muy transitada y frente a la iglesia evangélica y que así ?abierto como está es un peligro para todos los que viven en el área?.
Pero un vecino contó además que ?Salud Pública pasa por ahí y no dice nada ni hace nada. Los de factores (CDR, FMC, PCC) dicen que eso no es su problema, que eso es de Higiene y Epidemiologia, pero al final nadie ayuda a la comunidad que está siendo afectada. Esto está corriendo y llenándolo todo de fetidez?.
Pero según la prensa local, el Ministerio de Salud Pública está llevando a cabo un plan de lucha contra los mosquitos en Santiago de Cuba, para evitar que se propaguen enfermedades como el Zulia, fiebre amarilla y el dengue, pero ?todo son mentiras y peloteos? aseguraron varios vecinos del reparto de Julio Maceo.
“Hace seis meses vinieron a hacer una limpieza del registro y a arreglarlo, dejaron la tapa a medio poner y les comenté que con mis propios esfuerzos quería solucionar este problema. Los miembros de la brigada me contestaron: ‘No queremos que hagas eso, debes dejarlo así (?) Me siento muy preocupado; el otro día llovió y las heces subieron hasta la puerta de la iglesia. Después, todo estaba lleno de gusanos. Tengo miedo por la salud de los niños, los feligreses, de toda la comunidad”, relató el pastor evangélico.
Redacción CPEM / Con información de Diario de Cuba
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