Un grupo de pequeños empresarios privados se ha unido en La Habana para conformar la Asociación Cubana de Hombres de Negocios (ACHN), con la cual persiguen "empoderar la gestión no estatal".
Los afiliados cuentan con asesoría legal; además, pueden acceder a capacitación en marketing, administración de empresas, contabilidad y liderazgo, y a apoyo financiero para la creación y crecimiento de negocios sostenibles, explicó el presidente de la ACHN, Mateo Moreno Ramón.
La asociación, dijo Moreno Ramón, tiene un departamento "jurídico", integrado por tres abogados, y un departamento del "tesoro", que administra fondos provenientes del autofinanciamiento y una cuenta mixta con empresarios alemanes simpatizantes del proyecto.
El potencial para los negocios privados "es muy grande en Cuba, dado que es un país básicamente paralizado, lleno de oportunidades para invertir desde la infraestructura, manufacturación, servicios y que también necesita nuevas fuentes de empleos", dijo Moreno Ramón.
"¿Por qué tenemos que esperar a que lleguen las transnacionales a llevarse lo que por derecho es nuestro?", cuestionó refiriéndose a las limitaciones que impone el Gobierno a los negocios no estatales.
Con talla de enanos
Desde que el Gobierno comenzó a autorizar actividades para el llamado "trabajo por cuenta propia" en los años 90, las disposiciones oficiales han impedido el desarrollo de los privados.
En opinión de pequeños empresarios afiliados a la ACHN, las violaciones de los derechos operativos que confieren las patentes, los pagos de la licencia, los impuestos mensuales sobre los ingresos y la declaración jurada anual, son elementos dirigidos a fijar el techo que pueden alcanzar sus negocios.
"Los cuentapropistas tenemos que mentir a la hora de declarar, porque los impuestos totales te pueden quitar más del 50% de las ganancias anuales; si dices que ganaste 100.000, te quitan más de 50.000. A ello se añaden los costos por conceptos de materia prima, insumos y la contratación de mano de obra", explicó el dueño de una paladar que prefirió omitir su identidad para evitar consecuencias legales.
El abogado Edilio Hernández Herrera, al frente de los asesores de la ACHN, explicó que el sector privado no podrá expandirse mientras el Gobierno no le otorgue las prerrogativas necesarias para integrarse a los principales círculos comerciales de la Isla.
A diferencia de las empresas estatales, dijo, los cuentapropistas no pueden acceder a las facilidades que provee la Cámara de Comercio en cuanto a financiamiento e interacción con el mundo empresarial extranjero.
La falta de personalidad jurídica, determinada en el objeto social de cada figura aprobada para el ejercicio del trabajo por cuenta propia, resulta la herramienta fundamental en el control estatal sobre el sector privado, advirtió.
"Te priva de importar materia prima o mercancías, de exportar bienes y servicios, de invertir en la economía nacional, así como de poder establecer una marca registrada y crear sucursales del negocio en otros lugares del país o el extranjero", ilustró Hernández.
Desde su perspectiva, esta "es la mejor forma de ganarle la competencia" a los privados, "y de evitar que los cubanos saquen su dinero hacia bancos internacionales con mejores garantías".
Contra viento y marea, ACHN
Con todos los requerimientos debidamente cumplidos, en junio pasado la directiva de la ACHN entregó la solicitud de asentamiento en el Registro de Asociaciones, a tenor de lo establecido en la Ley 54 o de Asociaciones.
Sin embargo, como sucede con el resto de las agrupaciones surgidas en el seno de la sociedad civil, el Gobierno le denegó la legalización.
No obstante, más de 40 pequeños y medianos empresarios de la capital y el interior del país se han integrado a la ACHN, en tanto otro grupo se encuentra en proceso de adhesión.
La masa de miembros, puntualizó Moreno, posee un carácter heterogéneo que abarca diversidades de género, raza y nivel de escolaridad.
"En nuestras filas lo mismo tenemos vendedores ambulantes que dueños de negocios más grandes. También tenemos médicos, ingenieros, arquitectos, quienes abogan por poder poner un negocio vinculado a sus especialidades", afirmó.
Para Elvis Mario Leal Aroche, la asociación, además de colaborar en el desarrollo del sector, puede desempeñar un papel sindical en la protección de los derechos de los trabajadores privados.
Leal, quien fuera dueño de un próspero negocio de "carritos" que vendían mazorcas de maíz hervidas y untadas con mantequilla o mayonesa, afirma que incluso tuvo que vender su casa para pagar las multas que le fueron impuestas por intentar expandirse.
"Pienso que [la ACHN] va a tener una buena repercusión, sobre todo porque el Gobierno no brinda seguridad o posibilidades", consideró. "Conmigo se ensañaron [las autoridades], fue una multa tras otra hasta que superaron los 30.000 pesos y me hicieron dejar el negocio. Ahora espero volver con el apoyo del grupo".
Por su parte José Salazar Verdecia, también afiliado, insistió en la necesidad de exigir un cambio de política respecto a las normativas para la adquisición de volúmenes de mercancías y materias primas, algo que de manera cotidiana afecta a los cuentapropistas.
"Te ponen un tope a la hora de comprar aunque necesites más que eso. Si incumples y te descubren, los inspectores te ponen una multa o te pueden acusar de acaparamiento y cumplir prisión", expresó Salazar.
>Una nueva asociación defiende que los privados puedan desarrollar sus negocios con mayores libertades Osniel Carmona Breijo | 19 de Mayo de 2017 - 20:03 CEST. | 0
Publicado en:http://www.diariodecuba.com/cuba/1495217116_31252.html
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