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Reparaciones en el túnel, receso escolar y falta de alternativas complican el transporte en La Habana

Reparaciones en el túnel, receso escolar y falta de alternativas complican el transporte en La Habana


Las labores de mantenimiento del túnel de la bahía, que cada año las autoridades habaneras acometen, se están realizando en estos días de abril. Programadas desde el 15 hasta el 29 de este mes, las obras implican un reordenamiento del flujo de vehículos que transitan desde el este hasta el centro de ciudad y de vuelta.

Mientras se repara una de las sendas del túnel, la otra debe dar servicio al tráfico que va en las dos direcciones, por lo que la primera medida de las autoridades ha sido limitar el número de vehículos que tienen permitido el paso.

"Solamente pueden pasar las guaguas del transporte público, los ruteros de cooperativas, los taxis de turismo y el cuerpo diplomático", explica un chofer de un auto estatal. "Algunos carros de empresas estatales tienen permiso, como yo, pero no fue fácil conseguirlo, y eso que mi jefe tiene buenas relaciones con la gente de Tránsito. De todos los carros de la empresa, este es el único con permiso porque me tocan las tareas urgentes", asegura.

Las autorizaciones especiales consisten en un documento firmado por funcionarios de Tránsito que aclara que el chofer que lo porta tiene permitido transitar por el túnel y las fechas en las que puede hacerlo.

A la altura de la ciudad Camilo Cienfuegos, la Policía de Tránsito ha ubicado una posta en la Avenida Monumental que desvía a todos los autos particulares y estatales sin permiso firmado, que deben girar en la rotonda y regresar para continuar su camino por el Anillo del Puerto. 

Así, los repartos del este de la ciudad han visto disminuir drásticamente sus opciones de transporte en el inicio de esta semana.

En Camilo Cienfuegos, Villa Panamericana, Alamar, Guanabo, la población vive una verdadera lucha para salir y regresar a su casa.

"En Guanabo por lo menos tenemos un servicio de guaguas bueno", comenta un joven camino de la cola del A40. "Las paradas están para morirse de un infarto, pero bueno, sabemos que la guagua va a pasar cada 10 minutos más o menos".

Suben los precios

A partir de las 3:00 de la tarde, la primera parada del A40 al costado de la terminal de trenes parece una marcha del 1 de Mayo. Los taxis han subido su precio a 30 pesos porque el recorrido es más largo por el Anillo del Puerto.

"Los particulares siempre salimos jodidos", se queja un botero. "Yo prefiero cobrar menos dinero y hacer el recorrido más corto, pero la cosa es que gastemos más combustible. Este camino por dentro de Regla nos hace perder mucho tiempo. Hoy he hecho nada más que cinco carreras, y estoy trabajando desde las 6:00 de la mañana".

Los que viajan desde la Villa Panamericana o el Hospital Naval no pueden recurrir a los taxis, pues están alejados del recorrido por la Vía Blanca y el Anillo del Puerto. Sus opciones en estos días se limitan al transporte público.

"Lo bueno es que por aquí pasan un montón de guaguas", dice un señor del Camilo Cienfuegos. "Lo malo es que todo el mundo está obligado a cogerlas y en las paradas ya no se hace cola. Es sálvese quien pueda".

En el horario pico de la tarde, la parada que comparten el P8 y el P11 a la salida de la calle Monte y la cercana al Memorial Granma, donde también para el A40 están tan llenas que atemorizan.

Alamar, que con el túnel funcionando es uno de los lugares en que el transporte público nunca es suficiente, pasa por días difíciles. La mayoría de los habitantes de este reparto trabajan en La Habana, por lo que se trasladan en los horarios pico de la mañana y la tarde.

"Los almendrones están desaparecidos", se queja una pareja al costado del Teatro Martí, parada habitual de los taxis privados. "Llevamos dos horas aquí y el único que ha parado cobró un CUC por pasajero y la gente casi se mata por montarse".

"La mayoría pasan vacíos, pero dicen que no van para Alamar. A mí uno me dijo que ya había terminado de trabajar por hoy", asegura un hombre. " Cómo vas a terminar a las 3:00 de la tarde si a esa hora es que esto se llena de gente? Para mí que lo hacen a propósito, para después pasar y cobrarte dos y tres CUC y hasta cinco paga el que los tenga con tal de salir de aquí".

No es extraño ver a los alamareños intentando convencer a los choferes del P11A o los ruteros de cinco pesos (moneda nacional, CUP) para que los recojan fuera de parada, ni que cojan taxis de Guanabo y paguen 30 CUP por Vía Blanca para después caminar hasta sus casas.

Reparaciones más receso escolar

Para colmo, las reparaciones del túnel coinciden con la semana de receso escolar, y las madres de La Habana del Este apenas se atreven a sacar a pasear a sus hijos al centro de la capital por temor al regreso.

"Ya para venir es difícil", dicen unas mujeres que han salido con sus hijos al parque de los inflables de La Maestranza. "Para regresar es imposible. No hay taxis y en las guaguas me aplastan a los chiquitos, si es que los dejan montarse, porque todo el mundo quiere llegar a su casa y a nadie le importa si se suben los niños o no".

Una madre con dos hijos dice no poder aguantar más el cansancio. "Pero me dio lástima que se pasaran su semana de receso encerrados en la casa y los saqué. No sé lo que es peor, porque ahora estamos cansados y no podemos regresar a la casa hasta quién sabe qué hora".

Nadie se queja porque reparen el túnel, pero todos coinciden en que la situación del transporte se vuelve más estresante que de costumbre.

"Nadie quiere que el túnel le caiga arriba, así que está bien que lo reparen", reconoce una mujer. "Pero la verdad, es como para coger vacaciones y no salir de la casa para nada".

Un chofer de una camioneta estatal también quisiera haber pedido sus vacaciones para estos días.

"No es solo las vueltas que tengo que dar, más largas, es que me agoto demasiado y la gente alrededor está desesperada. Ayer me paré para recoger a un vecino y cuando vine a ver tenía la camioneta atrás llena de gente que iba para Alamar", cuenta. "Los llevé, porque me daba pena dejarlos botados en La Habana, pero por poco nos volvemos todos locos en Vía Blanca. Eran como las 7:00 de la noche y todavía había tanto tráfico que parecía que la camioneta no caminaba".

Con la experiencia de reparaciones anteriores, este chofer concluye:

"Si han puesto a todo el mundo a pasar este trabajo, esperemos que por lo menos la reparación del túnel sea seria, no un poco de colorete nada más, como otras veces".


Publicado en:http://www.diariodecuba.com/cuba/1492597699_30485.html

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