HAVANA TIMES ? Existen dos enfoques muy distintos tratando de influir en la esperada política de la Administración de Trump hacia Cuba. Una mirada inicial a los planes del presidente de los Estados Unidos para la relación hacía el país vecino y su Gobierno dirigido por Raúl Castro se espera en un futuro no muy lejano.
Un extremo de las propuestas divergentes dinamitaría los puentes establecidos por el Gobierno de Barack Obama. Esta opción es promovida, principalmente, por los legisladores de origen cubano-americanos establecidos ??en la Florida y los grupos exiliados de línea dura. La congresista Ileana Ros y el senador Marco Rubio son los más vociferantes y políticamente poderosos de ese grupo.
En su esfuerzo por influir en las próximas decisiones de la nueva Administración, Ros y Rubio han trabajado detrás del telón con los asesores de Trump, muchos considerados favorables a su cruzada anticastrista. Aparentemente, el propio presidente se reunió dos veces con Rubio, y la situación de la Isla fue uno de los temas tratados en esos encuentros y Trump reconoció el conocimiento de Rubio sobre el tema.
El Senador Jeff Flake, con el primer vicepresidente cubano Miguel Díaz Canel, durante el viaje del Republicano a Cuba en junio de 2015. Foto: Desmond Boylan / AP
Por otro lado, apoyando la continuación del enfoque de Obama con respecto a las aperturas para las empresas estadounidenses, así como el apoyo a los pequeños empresarios cubanos privados, están principalmente las industrias de viajes, turismo y de exportación de alimentos, también los grupos que abogan por el intercambio económico, social y cultural con Cuba.
Muchos de los interesados en los viajes y en la agricultura ya tienen inversiones en turismo y ventas de productos y están tratando de lograr que el presidente vea el valor de una apertura aún mayor para hacer negocios, en términos de puestos de trabajo en los Estados Unidos. Esperan que el sentido comercial de Trump tenga precedentes sobre temas políticos como la falta de muchos derechos humanos en la Isla.
El jueves, en Washington, un grupo de 55 senadores presentó un nuevo proyecto bipartidista para levantar completamente la prohibición de viajar a Cuba y hacer turismo, y permitir el libre movimiento de ciudadanos estadounidenses hacia el país vecino.
Turistas estadounidenses en La Habana. Foto: news.yahoo.com
En el pasado muchos proyectos de ley han quedado en los diferentes comités del Congreso mientras otras que fueron a votación no prosperaron.
El proyecto de ley fue presentada por los senadores Jeff Flake, Republicano de Arizona, y Patrick Leahy, Demócrata de Vermont.
Igualmente ha pasado con el embargo económico, comercial y financiero estadounidense contra Cuba que lleva más de medio siglo. Hay congresistas de los dos partidos que apoyan el fin del mismo pero nunca ha prosperado su deseo en una votación.
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