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Cubanos saturados con la propaganda por el Sí:

Cubanos saturados con la propaganda por el Sí: Cuando muchos pensaban que la campaña por el Sí en el referendo constitucional había llegado a su fin, el gobierno ha redoblado sus acciones hasta lo máxismo. La cruzada parece no encontrar límites y echa a mano a todo cuanto pueda asegurar un voto.

Desde la descontextualización de viejos discursos de Fidel Castro , y llegando a las insustanciales declaraciones de figuras reconocidas en distintos ámbitos de la sociedad, que ante las cámaras repiten estribillos tan burdos como: “Yo voto Sí por la belleza de mi isla, por la dignidad, la salud y la educación de los míos”. Como si los encantos de la isla se pudieran refrendar, fueran indignos los que votaran No en la consulta, o la constitución vigente no asegurara ya servicios gratuitos de educación y salud.

Según un profesor de comunicación social dice que "existe mucha preocupación desde el gobierno pues de la misma manera en que históricamente han exhibido altos porcentajes de participación como una supuesta expresión del respaldo popular a la revolución, un número inferior al acostumbrado podría indicar un resquebrajamiento de ese apoyo".

No extraña entonces la desmedida campaña que desde finales de 2018 se viene haciendo desde los medios de comunicación. En la última semana por ejemplo la construcción yo-voto-sí se mencionó como promedio 24 veces en cada emisión del noticiero estelar de la televisión cubana, espacio con media hora de duración. “Por si fuera poco, cada spot, mención o mensaje de bien público que se difunde por televisión se alterna ahora con una propaganda por el Sí, y hasta en el logo identificativo de algunas estaciones se ha incluido permanentemente la etiqueta #YoVotoSí. No se recuerda algo como esto desde los días de Elián González.

La campaña gubernamental no se limita al mayoritario alcance del medio de comunicación más extendido en Cuba. Desde los vehículos del transporte público hasta los comercios, bancos, hospitales y escuelas han sido atiborrados con las pancartas y pegatinas. El gobierno parece decidido a barrer de la psiquis colectiva la opción del No.

Las panaderías, agromercados, shoppings y farmacias lucen deficitarios de algunos productos de primera necesidad, pero en ellos no faltan las incitaciones directas al voto aprobatorio.

Que a casi una semana de la consulta popular no hayan logrado mejorar el abastecimiento de alimentos y medicamentos en tiendas y farmacias, no es otra cosa que una señal de lo mal que están. Porque si le están poniendo con todo y la cosa sigue igual de jodida, imagínense entonces después de las votaciones.

Personas, han comentado que han ido tres veces a sus casas en lo que va de febrero para asegurarse de que voten por el Sí en la consulta popular del próximo 24 de febrero: Primero han ido con el listado y han dicho que es para verificar que se corresponda con la realidad. Luego han ido con esos papeles para que los pongan en la puerta, y otro día para traerles una citación y volverles a decir que la revolución necesitaba que ellos voten Sí.

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