Siguenos en facebook haciendo click en "Me Gusta" ---> |
Llega 2017 y los trabajadores por cuenta propia se disponen a realizar la declaración jurada sobre los ingresos personales obtenidos el año anterior. A esa tarea, de por sí ingrata dadas las características del sistema tributario cubano, se añade una mala noticia para los propietarios de las paladares, cafeterías y los elaboradores-vendedores de calzado.
Las instancias municipales de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) les han informado a los cuentapropistas que clasifican en las ocupaciones mencionadas que a partir de este 2017 deberán incorporar un sistema contable a su documentación.
A primera vista parecería una recomendación muy útil, pues una contabilidad bien ejecutada debe de redundar en la buena marcha de cualquier negocio. Sin embargo, las opiniones cambian cuando se constata que la intención de las autoridades es aumentar su control sobre esos trabajadores por cuenta propia.
Hasta ahora esos cuentapropistas, al igual que el resto de sus colegas de otras ocupaciones, solo llevaban un registro de ingresos y gastos, que no especificaba el nivel de existencia de sus inventarios, ni la cantidad de efectivo con que contaban en un momento dado.
En lo adelante, el sistema contable que se exige —descrito en la Resolución 286 del 2012 del Ministerio de Finanzas y Precios— les permitirá a los inspectores de la ONAT, del Ministerio de Trabajo, y a los bancos, saber qué cantidad y tipo de insumos y materias primas tienen los cuentapropistas —y sobre todo averiguar de dónde los han sacado—, así como el estado de sus finanzas, lo mismo en caja chica que si tienen cuenta bancaria. Esta última también exigida en el referido sistema contable.
Lo anterior se desprende de la utilización, entre otras, de las cuentas de inventario, efectivo en ca
Es de destacar que el intento de establecer un sistema contable para los cuentapropistas no es nuevo. Inicialmente se pensó en aplicarlo a aquellos negocios que reportaran ingresos anuales superiores a los 50.000 pesos, una cifra que después se fijó en los 100.000 pesos. Mas, no conformes, ahora las autoridades lo hacen extensivo a todos los elaboradores-vendedores de alimentos y calzados.
Otro elemento significativo en estos primeros días de la campaña de declaración jurada de ingresos personales es el manifiesto interés de las autoridades tributarias en recibir cuanto antes los impuestos a pagar por los contribuyentes. Ello se relaciona con la premura con que las oficinas municipales de la ONAT les han enviado los "paquetes fiscales" —que contienen los modelos para llenar las declaraciones juradas— a los cuentapropistas. En años anteriores esa documentación llegaba a manos de los contribuyentes ya avanzado el mes de enero o en febrero.
No hay que olvidar que en la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, anunció que el Presupuesto del 2017 prevé un crecimiento de los ingresos tributarios del orden del 4,5%. No obstante, la ministra aclaró que a las empresas estatales se les reducirá la carga impositiva por concepto del impuesto a pagar por la utilización de la fuerza de trabajo. El objetivo de esa disposición es contribuir a que las entidades estatales mejoren sus finanzas y puedan ser eficientes.
Entonces no se precisa demasiada perspicacia para imaginar que el impuesto que dejarán de pagar las empresas estatales caerá sobre los hombros de los trabajadores por cuenta propia.
Publicado en:http://www.diariodecuba.com/cuba/1483958291_27984.html
Puedes dejar aqui tu comentario