LA HABANA, Cuba ? El pasado mes, el gobierno de la capital hizo público en el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista, una nota que expresaba: ?Por el Acuerdo 185/2016 del Consejo de la Administración Provincial de La Habana, de fecha 14 de junio de 2016, se acordó no permitir el incremento de los precios referenciales máximos que venían cobrando hasta el 1º de julio del 2016 ante la necesidad de proteger a la población por el fraccionamiento de las rutas de los trabajadores por cuenta propia con Licencia de Operación del Transporte.?
El Noticiero Nacional de Televisión, en horario de máxima audiencia, se mostró un reportaje con las opiniones de la población capitalina, afectada por los altos precios que cobraban los taxistas particulares o ?boteros?.
Todos los entrevistados, después de presentar como problema común el inconveniente de los bajos salarios, y quejarse de lo que les cobraban los choferes ante la necesidad de tomar un taxi para resolver cualquier asunto, estuvieron de acuerdo con la medida tomada por el gobierno habanero, que consideraron protege a la población de los avariciosos y despiadados taxistas.
Sin embargo, en ningún momento los entrevistados o los periodistas se pronunciaron porque esta medida se hiciera extensiva también a los muy caros taxis estatales (más conocidos por ?los cinco cinco? por el antiguo número telefónico de la empresa Panataxi, 55 5555), a los llamados ?cocotaxis? y a los ómnibus ruteros arrendados por el Estado por cooperativas no agropecuarias y que cobran 5 pesos por pasajero.
En los taxis estatales, desde que el pasajero se posa en el asiento, comienza a correr la tarifa a partir de 1 CUC (equivalente a 25 pesos cubanos o CUP), no importa si el recorrido que realice el pasajero sea de solo 100 metros. Sin contar que el precio final lo pone el chofer, pues ya los taxímetros no cuentan.
La tarifa de un taxi estatal desde Centro Habana hasta el Vedado es entre 10 y 12 CUC; desde el aeropuerto José Martí, en Boyeros, hasta El Vedado, 25 CUC, y hasta Centro Habana 30 CUC. Y esta es solo la diurna, porque por la noche es casi bajo cualquier circunstancia la que dicte el chofer. Es tomarlo o dejarlo, porque además todos los choferes parecen haber llegado a una especie de acuerdo no escrito.
Taxis estacionados frente al hotel Saratoga, en La Habana (Foto: Manuel A. Morejón)
Suponiendo que el Gobierno realmente busca proteger a la población cuando impone la tarifa baja a taxis particulares. ¿No sería también positivo que la ley sea aplicada a taxis estatales?
Y, puestos a ver, si por otra parte la alimentación es una necesidad y hay un deseo real de facilitar la vida a la gente y ?proteger? el bolsillo doméstico, ¿por qué no se rebajan los precios de los alimentos que vende el Estado en las Tiendas de Recaudación de Divisas?
¿Y por qué no, también, los precios de la ropa y los zapatos? ¿Por qué solamente se topan los precios de los negocios particulares y no los del Estado que son exuberantemente altos?
Se pudieran enumerar muchas situaciones similares, en las cuales la máxima responsabilidad es del Estado, y que la prensa oficialista ignora deliberadamente.
Ahora el Gobierno quiere aparentar ser el salvador en una situación que él mismo ha creado. Topa los precios a quien le parece y los sube en los establecimientos estatales cuando se le antoja. ¿Es que el Gobierno es quién único puede impune y arbitrariamente quebrantar la ley?
La ley debe comenzar a aplicarse por casa.
Publicado en:https://www.cubanet.org/mas-noticias/precios-topados-la-ley-debe-comenzar-por-casa/
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