A renglón seguido la nota invoca la Ley Electoral No. 72 de 1992 para especificar quiénes poseen derecho al sufragio activo.
La verdadera información que subyace es que se ha dado el primer paso para iniciar las elecciones que tendrán como resultado final la salida de Raúl Castro del cargo de presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Quizás más trascendente aún, es que ese proceso se iniciará sin haberse promulgado la nueva ley electoral, anunciada por el propio mandatario en febrero de 2015 al concluir el X Pleno del Comité Central del Partido Comunista.
La verdadera información que subyace es que se ha dado el primer paso para iniciar las elecciones que tendrán como resultado final la salida de Raúl Castro del cargo de presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
En la Isla no existe de forma permanente una entidad independiente que rija los procesos electorales, por eso la confección del Registro de Electores es una tarea que depende del Ministerio del Interior a través de sus oficinas de la DIIE. Es allí donde se registra si el ciudadano reside en el territorio nacional y si se encuentra bajo alguna condena judicial que limite sus derechos.
Resulta curioso que la información precise que las personas podrán acudir a las oficinas de trámites de todos los municipios del país "con independencia de su lugar de residencia", pero no aclara si un elector podrá ejercer el sufragio en una circunscripción determinada donde resida físicamente, aun cuando esa no sea la dirección legal que se anota en su carné de identidad.
Miles de personas en todo el país viven alquilados en casas particulares sin estar "debidamente registrados"; muchos de ellos, sobre todo si viven en la capital y son de otras provincias, se ven impedidos de encontrar un trabajo, ni siquiera con empleadores particulares, porque no pueden mostrar "un domicilio adecuado" en su documento de identificación.
El interés por disminuir el ausentismo pudiera pasar por alto, en el ejercicio del voto, lo que no se tolera para encontrar una ubicación laboral ni para matricular a los niños en las escuelas.
Sin duda, las próximas elecciones serán tan poco interesantes como cualquier otra
Sin duda, las próximas elecciones serán tan poco interesantes como cualquier otra. La ausencia de una nueva ley indica que se mantendrán las comisiones de candidaturas que confeccionan una lista de aspirantes a diputados a quienes se les prohíbe exponer una plataforma política.
Los electores tendrán que conformarse con los datos biográficos y la foto para aprobar a sus parlamentarios sin tener la menor idea si esas personas piensan favorecer o no las inversiones extranjeras, si quieren incrementar o disminuir la presencia de las formas no estatales de producción en la economía nacional, o si van a votar a favor o en contra, cuando algún día se discuta la aceptación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Ni siquiera sabrán si sus elegidos prefieren destinar el presupuesto de la nación para construir estadios de pelota o teatros.
Claro, no habrá encuestas que especulen sobre cuál será el nombre de quien ocupará en febrero de 2018 la silla presidencial. ¿A quién irán a poner? Es la pregunta que se hace la mayoría de los pocos interesados en el tema. Quizás habrá que esperar a que otra Nota informativa arroje una pista sobre la incógnita.
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