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Cuba está a las puertas de un nuevo ‘Período Especial’, advierte consultora



La crisis económica que atraviesa Cuba se agudizará en los próximos meses y, de no abrirse a un sistema de mercado, el país podría caer en un nuevo “período especial”, la grave depresión en que quedó sumida la isla en la década de los 90, según pronosticó The Havana Consulting Group, con sede en Miami.

De hecho, el empeoramiento de la economía cubana se observa ya no solo en la “escasez en las tiendas dolarizadas”, sino en la falta de productos subsidiados de primera necesidad como el pan y los huevos, destacó Emilio Morales, presidente de esta firma que ayuda a entender el mercado de Cuba y a sus consumidores.

En el informe se advierte que Cuba “necesita urgentemente” abrirse a la economía de mercado, “liberar de una vez todas las fuerzas productivas y permitir invertir a los ciudadanos cubanos en su propio país”, o, de lo contrario, la “reaparición del fantasma del ‘período especial’” se convertirá en un hecho.

Si entonces la grave crisis que atenazó a Cuba se debió a la retirada de los subsidios que recibía de la extinta Unión Soviética, hoy el “soporte financiero que la isla venía recibiendo de Venezuela es prácticamente insignificante”, dado el colapso total del país suramericano.

Solo “evitando la habitual dependencia de terceros” y emprendiendo “transformaciones profundas de su economía” podrá Cuba salir de la crisis por sí misma, precisó el reporte de The Havana Consulting Group.

En ese contexto, Morales recordó que el subsidio venezolano durante una veintena de años “ha ayudado a sobrevivir la maltrecha economía cubana”, con la entrega subsidiada de miles de millones de dólares en barriles de petróleo a cambio de servicios principalmente médicos.

Un intercambio comercial entre ambos países que logró llegar a los $ 8,500 millones en 2012 y hoy apenas alcanza los $ 2,000 millones, lo que supone una caída del 74 por ciento.

A esta realidad hay que añadir el “fracaso de las reformas económicas emprendidas por Raúl Castro” hace aproximadamente una década y la “disminución de las exportaciones de níquel y azúcar”, hasta el punto que la producción de azúcar en 2018 fue un 16,3 por ciento menor que en 1905, lo que obligó al país a comprarla a Francia.

A estas dificultades hay que añadir otro factor negativo como el de los “límites impuestos para impedir el desarrollo y la expansión del sector privado”, cuyos emprendedores sacaron al exterior $ 2,390 millones en 2017.

Y es que la inexistencia de libre empresa, el “no reconocimiento de la propiedad privada, la prevalencia del monopolio instaurado desde hace 60 años y la falta de oportunidades de invertir y comercializar bienes y servicios que tienen los cubanos”, minan cualquier intento de revitalizar a medio y largo plazo la economía, asegura el reporte.

Otro “problema crónico” es el déficit de la economía cubana, pese a la apertura de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) y su fracaso para atraer capital, que apenas llega al 14,2 por ciento de la meta propuesta desde que se creó hace seis años.

A este panorama desolador hay que agregar el “estancamiento que ha tenido la industria turística cubana en general”, con la disminución de los principales mercados emisores de turistas: Canadá, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia, España e Italia, indica.

Así, el transporte aéreo entre Cuba y EEUU en 2018 se contrajo un 18,3 por ciento respecto del año anterior, una “tendencia en declive iniciada en el último trimestre de 2017”.

En términos de impacto económico, esta caída del turismo se tradujo en una pérdida estimada de $1,283 millones.

Por otro lado, el bajo índice de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) “esconde una recesión permanente”, con una caída al 1,4 por ciento en los últimos cinco años, según cifras oficiales.

Por eso, “si la economía cubana no ha colapsado ha sido gracias al exilio cubano”, un 90 por ciento del cual se asienta en Estados Unidos y aporta anualmente alrededor de $ 7,000 millones entre remesas en efectivo y en mercancía.

Además, los cubanoestadounidenses dejan millonarias sumas en el sector turístico de la isla, puesto que más del 50 por ciento de estos que viajan a la isla se alojan en hoteles con sus familiares residentes en el país caribeño.

En Estados Unidos viven cerca de 2,2 millones de cubanos, un 90 por ciento de los cuales reside en el estado de Florida.

En 2017, las remesas en efectivo que llegaron a la isla representaron el 50,8 por ciento de los ingresos totales anuales de la población en la isla, indicó The Havana Consulting Group.

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