Rusia está preocupada por el aumento de la presión económica que ejerce Estados Unidos sobre Cuba, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
"Constatamos con preocupación que EEUU opera en todos los frentes de la región [latinoamericana]: además de poner sus garras a Venezuela, ahora ha puesto ojo sobre Cuba", dijo en su rueda de prensa semanal.
Zajárova apuntó que "Washington aumenta la presión sobre los aliados cercanos de Caracas, al calificar a La Habana de 'una de las últimas dictaduras de la región' y acusarla de socavar la democracia en Venezuela".
El 4 de marzo, recordó, el Departamento de Estado de EEUU comunicó que permitirá a partir del próximo 19 de marzo iniciar un proceso de demandas contra empresas cubanas incluidas en una lista sanciones de Estados Unidos, que supuestamente están vinculadas a la defensa y el sector de la seguridad nacional en Cuba.
"Es evidente un nuevo intento ilegítimo de EEUU de bloquear económicamente a Cuba e instalar más barreras para el desarrollo económico y social de la República, en vista de las reformas que se realizan" en el país caribeño, afirmó la diplomática rusa.
La mencionada lista de sanciones estadounidenses, que incluye a unas 20 empresas cubanas, fue elaborada en noviembre de 2017 como parte del plan de la Casa Blanca para estrangular más el comercio con Cuba, y generar obstáculos a los viajes de estadounidenses a la isla.
¿Por qué EEUU recurre a sanciones secundarias contra países aliados de Venezuela?
Se trata de la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, aprobada en 1996 por el expresidente norteamericano Bill Clinton, que refuerza el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a Cuba desde 1962, y que hasta la fecha, según cifras oficiales, ha provocado daños multimillonarios a la economía de la isla.
Después de más de 20 años sin aplicarse el Título III de esta ley por ninguna de las administraciones estadounidenses, incluso la que encabeza Donald Trump, su eventual aplicación se corresponde con el plan desestabilizador desplegado desde Washington contra Venezuela, y las recientes denuncias de EEUU de un supuesto apoyo militar de La Habana a Caracas.
