El tiempo promedio de espera para coger un carro en La Habana aumentó de 15 o 20 minutos a más de una hora y la transportación "ha empeorado" después de las nuevas medidas del Gobierno para regular los precios de los boteros, según reconoció el semanario Trabajadores.
La población se queja de los precios, de que faltan almendrones, de que coger los carros en La Habana es "casi una odisea" después de las nuevas regulaciones.
El semanario estatal reconoce que los transportistas privados han sido una alternativa "en las difíciles circunstancias del transporte público en todo el país", pero llaman a que su trabajo se inserte en el "modelo socialista de desarrollo" y rechazan que asuman "una mentalidad mercantilista".
Según Romilio Salazar Lora, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte y Puertos en la capital, tienen más de 10.000 afiliados del sector no estatal, entre ellos boteros, poncheros, conductores de camiones y de bicitaxis.
Trabajadores califica el tema de la transportación en la capital como "un gran dilema", que no supera "su inestabilidad, insuficiencia y baja calidad".
En La Habana residen más de dos millones de habitantes que se mueven en 700 ómnibus, que solo cubren el 50% de la demanda de transportación, especifica Trabajadores.
Los boteros no son una solución, pero son "una alternativa" para solucionar la cuestión.
Algunos entrevistados por periodistas de Trabajadores, mostraron asombro, rechazo, aprobación e indiferencia por las nuevas medidas estatales que regulan los precios de los taxis particulares.
"Me parece que favorecen y desfavorecen a la población. Entiendo que se hayan tomado porque los boteros picaban el pasaje? pero creo que debieron hacer un mejor estudio. Por ejemplo, antes, desde La Lisa hasta Cerro y Boyeros costaba 10 pesos, ahora lo fijaron en 15, mientras que del Coppelia al Hospital Militar bajó de 10 a 5. ¡Increíble, cuando son distancias casi parecidas!", expresó una joven que no se identifica.
"Es que las piezas y el petróleo están muy caros, quizás la solución podría ser precios preferenciales para los que ejercen esta actividad", dijo un hombre tampoco identificado.
"Siempre han sido 10 pesos aunque sea solo por unas cuadras, no sé por qué tanto lío", señaló la pasajera de un taxi.
"Pienso que los boteros no somos los malos de la película. Si no se incrementan los ómnibus urbanos, continuaremos en la misma batalla, sin perdedor ni ganador", señaló un botero.
"La ley de la oferta y la demanda siempre ha existido y funcionado. No se pueden imponer los precios, tienen que regularse por sí solos y velar por cuánto un cubano puede pagar", añadió otra pasajera de un almendrón.
Otra mujer explicó que muchos taxistas no son dueños de los carros y deben entregar una cifra fija diaria a los dueños, y luego es que comienzan a ganar su salario.
"La situación nos tiene en una inercia porque no sabemos cómo actuar, cuánto pagar y uno no tiene deseos de discutir todos los días, más bien estás apurado por llegar a tu destino y agradeces si puedes coger un taxi", concluyó preocupado el habanero Dayron Rodríguez.
Publicado en:http://www.diariodecuba.com/cuba/1488307017_29298.html
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