El IV Clásico Mundial de Béisbol podría estar llegando a su fin para la selección cubana, ya que para clasificar a semifinales tendría que vencer a sus dos "bestias negras" en la historia del torneo: Holanda y Japón.
El saldo beisbolero, sin embargo, podría considerarse aceptable, teniendo en cuenta una nómina sin ningún pelotero con experiencia en las Grandes Ligas.
Cuba, sin cuatro de sus mayores toleteros de los últimos años ?Yuliesky Gurriel, José Dariel Abreu, Yasmany Tomás y Yoenis Céspedes? podría alcanzar el mismo lugar que obtuvo en el Clásico Mundial 2013. Aquella constelación de estrellas, en la cual brillaron José Miguel Fernández, Guillermo Heredia, Raciel Iglesias, Alexei Bell, Erisbel Arruebarruena y Andy Ibañez ?todos instalados en el béisbol profesional? fue eliminada por Holanda y quedó en el octavo puesto.
Dirigidos por Carlos Martí, pero subidos a los hombros de Alfredo Despaigne, el team Cuba quiere intentar lo que resulta aparentemente imposible: ganar dos juegos consecutivos ante sus verdugos.
La "oreja peluda" del asunto es que los cubanos iniciaron la segunda ronda perdiendo 4-1 un importantísimo juego ante Israel, aunque vale resaltar que para los próximos encuentros tendrán a sus mejores cartas del pitcheo, Lázaro Blanco, Vladimir García y Vladimir Baños.
Un juego de béisbol lo gana cualquiera, y dos? y hasta tres. Pero bajo las circunstancias en que le tocará caminar por la cuerda floja a Cuba, el horizonte se ve negro. Para poder saltar a la siguiente fase, estás serían las claves:
?Clave 1: Martí, manager de la vieja escuela y con mucha experiencia, tendrá que acabar de ejecutar un cambio sísmico en la alineación; pues Frederich Cepeda, quien llegó con la etiqueta roja de MVP del Clásico Mundial, no ha podido entrar en base como merecería el buen momento al bate de Alfredo Despaigne. Cepeda es un excelente bateador, pero ya vio pasar sus mejores swings y ahora no es el idóneo para asumir turno delante de Despaigne.
No obstante, en las ocasiones que ha logrado embasarse, el inning ha derivado en carreras. Recordemos el importantísimo boleto que le cogió a Australia en la quinta entrada, detrás del cual vino el Grand Slam descomunal de Despaigne.
?Clave 2: A estas alturas, ya lo que se hizo torcido no se podrá enderezar. Lázaro Blanco debió ser el primer lanzador de Cuba ante Japón y, entonces, el primero en rotar para encarar el duelo ante Israel.
El derecho Noelvis Entenza acató la tarea con valentía, pero no pudo ganar ninguno de los dos encuentros que, por orden, le correspondían a Blanco.
El otro error con el pitcheo se dio en el desafío frente a China, rival de pocas posibilidades. En ese juego, se dejó inocentemente a Vladimir Baños lanzando un no-hitter, y sus 67 lanzamiento lo alejaron del chance de abrir o relevar ante Israel. Así también le ocurrió a Vladimir García, en aquel relevo innecesario ante los chinos. Ya no hay remedio.
Sin embargo, otra de las pifias sí se podría subsanar: ¿Por qué una y otra vez utilizar a Yoanis Yera como relevo? Sobre todo si se tiene en la banca a Miguel Lahera y Livan Moinelo, ambos con brazos que apagan un fuego en cualquier inning.
?Clave 3: La ofensiva, como bien se dice, es el punto principal del juego. Si usted no anota carreras, no gana. Cuba, aún sin tener a la crema y nata de su pitcheo nacional, ha podido hacer el trabajo de permitir pocas carreras. En la derrota más reciente, Israel anotó cuatro veces, ventaja que bien se podía atajar, pero los maderos no respondieron.
Carlos Benítez está pidiendo a gritos la "bancoterapia"; Yoelkys Céspedes, un descanso para revisar el vídeo y reconstruir esa figura inmensa y talentosa que no veíamos irse tras bolas malas, y Frederich Cepeda podría cederle el batón del tercer turno a Yurisbel Gracial, quien se ve tan suelto como si estuviera en Matanzas.
También, Yosvany Alarcón podría recibir un empujón de confianza pues, a fin de cuentas, el tunero es aceptable mascota en mano y al bate tiene estampa y rapidez.
Ante Japón y Holanda, Cuba presenta récord de 2-6 en los Clásicos Mundiales desde 2006, fecha en la que ganó por última vez a los Tulipanes. La tarea está difícil, pero en el deporte no hay nada imposible.
Por eso mismo, veré los próximos partidos de pelota pensando en que un día no muy lejano estemos disfrutando de un equipo unificado. ¿Será demasiado utópica esta idea?
Publicado en:http://www.diariodecuba.com/deportes/1489413519_29599.html
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