Analytic

Cuba 2019: trabajar para el Estado


A pesar de tener toda su agenda ocupada en visitar provincias y municipios del país, y tratar de atajar los innumerables problemas que se presentan en la producción y los servicios, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez ha encontrado tiempo para reunirse con varios ministros y funcionarios para analizar cómo marcha la formación y desarrollo de la fuerza de trabajo calificada, en especial la vinculación de los jóvenes a ese proceso.

Resulta lógica la preocupación de los gobernantes hacia este asunto. En primer término, porque se continúa considerando a la empresa estatal socialista como el eslabón fundamental de la economía nacional, y contradictoriamente se observa una tendencia de técnicos, ingenieros y otros profesionales a rechazar las ofertas laborales de las entidades estatales. Lo anterior provoca, por ejemplo, que áreas importantes en los aparatos empresariales, como las de economía, finanzas y contabilidad, no logren completar sus plantillas.

En la citada reunión se informó acerca del incremento de las aulas anexas en fábricas y empresas con vistas a que los jóvenes que cursan la enseñanza tecnológica adquieran habilidades prácticas en sus especialidades. Una enseñanza que en el actual curso escolar 2018-2019 incrementó la matrícula con respecto al curso anterior. Por otra parte, la Ministra de Trabajo y Seguridad Social insistió en que su organismo monitorea periódicamente la atención que reciben los jóvenes recién graduados en los centros laborales a los que son asignados.

No obstante el empeño gubernamental, cada año aumentan las deserciones escolares en los institutos politécnicos, y muchos jóvenes recién graduados no se presentan a cumplir el servicio social. A lo que se agrega la nada despreciable cantidad de técnicos e ingenieros que abandonan sus ocupaciones en el sector estatal en busca de otros horizontes.

De acuerdo con estadísticas recientes, alrededor del 28% de los trabajadores por cuenta propia en el país son jóvenes. Lo que significa que unas 166 mil personas de entre 17 y 30 años clasifiquen como cuentapropistas. Cuando uno conversa con muchos de esos jóvenes, incluso los dedicados a labores como camareros de restaurantes y cafeterías, comprueba que poseen calificación profesional.

Te puede interesar