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El artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara ha donado a la Embajada de Palestina en Cuba una obra hecha con armas de fuego de confección casera, recolectadas en barrios de La Habana. La obra se titula "Chong Chon Gang", como el barco norcoreano detenido en Panamá hace un año con un cargamento ilegal de armas cubanas. Según Otero Alcántara, su intención es mostrar hasta dónde puede llevar la violencia a los seres humanos. Una "nota de prensa" publicada en el sitio en Facebook del artista indica que con la decisión de entregarla a la embajada palestina "se hace eco del espíritu fraterno que ha caracterizado al Gobierno cubano en su lucha por la paz mundial". "Me llama mucho la atención la violencia, que no es extrema, pero existe en las calles de mi barrio (…) No puedo compararla con la de Colombia, no puedo compararla tal vez con la de Gaza, pero hay momentos en los que te das cuenta de hasta dónde puede lleg
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ar el ser humano", dice Otero Alcántara en un vídeo publicado en Tremendo Explote, blog del periodista oficialista Claudio Peláez Sordo. Explica que de los objetos que recopiló le llamaron la atención los inyectores rústicos utilizados para hacer funcionar las armas. "Lo más interesante —relata mostrando una de las piezas— es que la persona que me vendió este inyector me dijo que era de los mejores que hay en el barrio, porque tira cualquier cosa. Súper gracioso", señala con ironía. "Tira balas de AKM, de 22, parece un chiste, pero eso marca mucho, sobre todo en la juventud". "Son artefactos de poco alcance", para usar "a pocos metros, pero que han matado a gente (…) Me han contado historias muy tristes", dice. Asegura que su intensión es que estos objetos sean ahora "consumidos como arte". "Esas armas nunca van a ser utilizadas como un objeto de violencia contra otro (…) Van a ser como un símbolo de has
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ta dónde es capaz de llegar la violencia humana, de cómo niños que tienen 15, 16 años en un país donde está prohibido portar armas de fuego, donde te meten preso por eso (…) van por encima de todas esas leyes y construyen objetos para agredir al otro", dice Resalta que se trata de armas de fuego. "Un arma blanca puede ser cualquier cosa, pero (construir) un arma de fuego es un proceso mucho más intelectual". En su blog, Peláez Sordo dice que en barrios de La Habana las armas de fuego de confección casera "son alquiladas en algunos casos y en otros vendidas a 125 pesos MN (moneda nacional, 5 CUC) en dependencia del nivel de confección que tengan". El periodista menciona el caso de un miembro de una banda de la Habana Vieja conocida como Los 300, que murió en una fiesta callejera "a causa de un disparo en el abdomen, proveniente de un inyector que portaba un grupo que buscaba un ajuste de cuentas". Peláez Sor
do cita además testimonios de dos jóvenes identificados como Dayron y Ernesto. Este último culpa al reguetón del incremento de la violencia, aunque "también afirma que la precariedad material pudiera ser otra de las causas, el hecho de que la gente se preocupe demasiado por cómo sobrevivir y alimentar una familia pudiera estar generando comportamientos violentos", dice el periodista. Para Peláez Sordo, es "injusto afirmar que Cuba es un país violento". "Si algo llama la atención a muchos extranjeros que vienen a nuestro país es la tranquilidad ciudadana, el poder caminar por esos mismos barrios donde se venden los inyectores sin preocupación extrema", afirma. "Pero si algo resulta cierto es el nivel de violencia al que podemos llegar si lo vemos como casos aislados porque en los últimos años los cuentos sobre puñaladas (con cuchillos y machetes) y violencia en las fiestas y en las calles han aumentado", señala
Publicado en:http://www.diariodecuba.com/cuba/1408228479_9996.html
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