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Confusión con crucero lleno de cubanos
Un barco repleto de cubano-americanos procedentes de la Florida está a la espera de autorización para entrar a la bahía de La Habana, donde familiares de los viajeros los aguardan para, supuestamente, montarse también en el crucero e irse a navegar por tres días por aguas del Caribe.
El confuso incidente sigue en progreso y fue confirmado a El Nuevo Día por pasajeros de la embarcación y por familiares de ellos que esperaban el arribo del barco en el puerto de La Habana desde tempranas horas de la mañana.
“Se supone que el barco debía llegar temprano. Nos tienen a la afueras de la costa, desde aquí vemos La Habana. Dicen que nos van a dejar entrar mañana (sábado) y estar hasta el domingo en la noche por un acuerdo verbal con las autoridades cubanas, pero no hay nada oficial”, dijo a El Nuevo Día uno de los pasajeros del bote tocados por la confusión que prefirió se protegiera su identidad.
El nombre del barco es el Grand Classis, de la firma Bahamas Paradise Cruise Line, y los paquetes de viaje fueron vendidos por la agencia Viva Travel, en Coral Gables, Florida, según los pasajeros que contactaron a El Nuevo Día.
La promesa de producto era que el barco saldría de Florida y anclaría en La Habana, donde los pasajeros podrían recoger a sus familiares para pasar tres días en altamar, con un programa que incluía actividades y música cubana.
La idea estriba en que los cubanos en la isla podría viajar con sus familiares en barco sin tener que solicitar visas de terceros países, porque el crucero sólo tocaría tierra en La Habana, primero para recogerlos y segundo para dejarlos, para luego regresar a la Florida.
Pero eso no ocurrió, pues un diferendo procesal con las autoridades cubanas provocó que el barco permaneciera en altamar sin una solución clara.