La victoria de Charros de Jalisco (MÉX) por 9-4 ante Cardenales de Lara (VEN) dejó con posibilidades a Leñadores de Las Tunas de incluirse en la final de la Serie del Caribe, que culminará mañana.
Para lograr ese ansiado objetivo, la tropa del mentor Pablo Civil deberá vencer hoy al conjunto venezolano y, de ser posible, con un pizarrón amplio, en el estadio Rod Carew, de Ciudad Panamá.
Si gana Cuba se propiciaría un triple empate, pues ese trío de equipos finalizaría con similar balance de dos victorias y par de derrotas. Pero los Leñadores presentan mejores dígitos.
Según se dictaminó en el congresillo técnico del evento, el sistema de desempate será el complicadísimo TQB (Team’s Quality Balance, en inglés) que se obtiene del número de carreras anotadas dividido entre las entradas jugadas a la ofensiva.
Entonces, eso se resta al número de carreras permitidas, dividido entre las entradas jugadas a la defensa. Y Cuba tiene una ligera ventaja en ese sentido ya que su picheo ha sido de lo mejor del torneo.
Civil debe haber dormido bastante tranquilo, pues no ganó Venezuela y la posibilidad de que avancen los Leñadores quedó en sus propias manos.
Si se cumple con lo que ha trascendido desde la sede, el mánager tunero debe enviar hoy a la lomita al derecho granmense Lázaro Blanco, quien venció a Charros de Jalisco en el debut, y lo tenía previsto para trabajar en la gran final de mañana. Pero hoy no puede perder y echará mano de su mejor lanzador.