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Detenida una pareja decubanos por captar a ancianos y apropiarse de su patrimonio



A María Babes, una anciana alemana, le arrebataron todo su patrimonio, entre la venta de su casa de Tenerife y sus ahorros. Cuando la Guardia Civil contactó con ella, se lo contó todo. Pero la pareja de falsos cuidadores se personó en la residencia de ancianos a las 11 de la mañana y se la llevaron. La anciana fallecía cinco horas más tarde, sin testigos, y la pareja se apresuró a incinerarla.

De no haberlo hecho, quizá a la pareja se le podría haber imputado un delito más, el de homicidio, que se suma a los de estafa, falsedad documental, delito continuado de apropiación indebida, maltrato en ámbito familiar, defraudación al sistema de seguridad social alemán, contra la Ordenación del Territorio, blanqueo de capitales, desobediencia a Agente de la Autoridad y alzamiento de bienes.

La operación Teydea, como la ha denominado la Guardia Civil, comenzó al recibir una solicitud de colaboración internacional de la policía alemana de Frankfurt am Main, en la que solicitaba colaboración para localizar a una ciudadana alemana, de 101 años de edad: María Babes. Los últimos datos que tenían de ella es que vivía en Tenerife pero se había trasladado a Cádiz. Era imposible localizar su paradero.

En Cádiz no tardaron en localizar a la anciana en una residencia de mayores en Chiclana de la Frontera. Allí, indica la Guardia Civil, llegó tras un periplo hospitalario por su grave estado de salud, que según los informes médicos hizo peligrar su vida. Al examinar los informes, los agentes empezaron a sospechar que la mujer podría haber sido víctima de cuidados negligentes por parte de sus cuidadores. Al ver cómo había cambiado su situación económica, se acrecentaron las dudas y comenzaron a tirar del hilo.

Así, mientras de manera discreta se velaba por el cuidado y estado de la anciana, y tras comprobar que se encontraba en buen estado, la Guardia Civil se entrevistó varias veces con ella en la residencia. María Babes les relató que los cuidadores, una pareja, habrían contactado con ella en Tenerife, y con cierta habilidad la captaron: sin familia en España, y con propiedades inmobiliarias y una interesante pensión de jubilación, era la víctima ideal, dentro de un perfil que pronto vieron que sería el patrón de captación de la pareja de falsos cuidadores. A María Babes, para anularla aún más, la convencieron para que se trasladase a vivir a Cádiz, donde sería cuidada por ambos.

A la Guardia Civil le contó cómo como la mantuvieron encerrada varios meses en un chalet alquilado, y que durante ese tiempo la tenían maniatada. Los guardias civiles se extrañaron de que siendo así hubiera participado en dos protocolos notariales, en el que primero otorgaba un poder notarial absoluto a favor de sus cuidadores y luego los nombraba sus herederos. Este hecho fue negado por la anciana, y pudo probarlo: el poder notarial se otorgó cuando ella estaba ingresada, con carácter grave, en el hospital.

En octubre de 2018, María tenía en el banco un saldo de más de 162.000 euros, y tras la aparición en su vida de esta pareja, a mediados de diciembre no llegaba a tener 300 euros. También le habían vendido la casa de Tenerife y no había recibido ni un euro con la venta.

Con todos estos datos, la autoridad judicial concedió la orden de detención a la Guardia Civil, así como la orden de registro y entrada en el chalet en el que la pareja, ella, con ciudadanía cubana y él, cubano alemán, habían cuidado de María.

LA MUERTE DE LA ANCIANA Y EL CHALET DE LOS HORRORES
La Guardia Civil había pedido a María que permaneciese en el centro de mayores. Pero la pareja se presentó el día antes de que fuesen detenidos y la convencieron para que se fuera con ellos. La mujer abandonó el centro a las 11 de la mañana. A las 16 horas, la pareja comunicó su fallecimiento, que se habría producido mientras iba con ellos en el coche. Sin testigos. La Guardia Civil lo califica como "extraño", porque esa misma mañana había participado activamente en el desayuno navideño de la residencia, incluso tocando la pandereta. Luego se sabría que la pareja había insistido y presionado para que fuese incinerada inmediatamente, por lo que indica la Guardia Civil que "no hubo opción a practicarle la autopsia". En la funeraria declararían que les llamó la atención "las prisas" de la mujer por incinerarla, y que no quisieron las cenizas pese a manifestar el "desmesurado cariño" que le tenían.

Finalmente, la Guardia Civil acudió al chalet, situado en el Camino de la Isla del Sotillo, en las cercanías del Novo Sancti Petri. Allí encontraron dos billetes de avión con destino a Cuba y una reserva en el Hotel Meliá Varadero. Y descubrieron también que tenían alquilado un segundo chalet, muy cerca del anterior, donde se encontraron a una anciana holandesa y un anciano alemán en pésimas condiciones higiénico-sanitarias. Un auténtico "chalet de los horrores". Ambos ancianos estaban encerrados en habitaciones con cerrojos por fuera, se alimentaban mediante sonda nasogástrica y, bajo los efectos de las drogas, carecían de movilidad. El Instituto Armado estima que no pensaban seguir cuidándolos, a juzgar por el viaje a Cuba que tenían ya cerrado. Posteriormente, las pesquisas aclararían que a esta anciana holandesa se la obligó a acudir al notario, haciéndose pasar por María, para otorgar los poderes y nombrarlos herederos. Una vez logrado, fue recluida en el chalet. El juez ordenó su inmediato internamiento en un Centro de Mayores de Jerez, donde se restablecen actualmente.


La investigación ha desvelado que otras cuatro personas, que habían sido cuidadas por esta pareja, habían fallecido de manera repentina, como María, una vez que tenían todo su capital. En cuatro años acumularon más de 1,8 millones de euros, que pensaban invertir en la construcción de un complejo hotelero en la playa de El Palmar (Cádiz). Por ello, hay otros cuatro detenidos por delitos relacionados con el blanqueo de capitales y la ordenación del territorio, porque el complejo hotelero, que había iniciado ya la construcción, se iba a levantar en suelo no urbanizable. Todo el dinero que obtenían se canalizaba y blanqueaba a través de diversos canales bancarios e inmobiliarios, en el que destaca el complejo de El Palmar, un proyecto que contaba con documentación falsificada por los propios investigados y financiado mediante la creación de una empresa, creada ex profeso con personas interpuestas a modo de pantalla para la ocultación del verdadero origen ilícito del dinero.

Tras el ingreso en prisión de la pareja de cuidadores, los guardias civiles han continuado con la investigación, hasta encontrar un patrimonio de más de 1.800.000 euros, obtenido por similares procedimientos, identificando a otras 4 personas a las que esta pareja habría cuidado. Se han dirigido Comisiones Rogatorias Internacionales a Inglaterra, Italia, Alemania y Cuba, donde esta pareja sería titular de cuentas y productos financieros

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